Por Donají Bustos


Cuando te recuerdo, por mi cuerpo pasa electricidad, recorre cada parte, mis pezones se erectan, aunque no los toque, mis pechos sienten tu tacto, cuando pienso en ti, mi clítoris te extraña, mi vagina se siente vacía, mi boca te clama…
En mi lengua siento tu sabor y casi puedo sentir solo con pensarte, mi lengua pasando por tu glande, mi boca recorriendo toda la extensión de tu pene, que choca contra mi garganta, y mis labios hormiguean solo de pensarlo.
Solo recordándote, puedo sentir como mi ropa interior se moja, y en mi oído te escucho diciendo: siempre estás tan mojada… no te imaginas cómo lo hago cuando te recuerdo, cuando te extraño. Y cuando te extraño recuerdo todo desde la primera vez que cogimos, éramos más chicos y tú dijiste que querías pervertirme, era un trofeo por mi aspecto inocente, por mi falsa ingenuidad que fuiste descubriendo… Al final a mi parecer ha funcionado, mi cuerpo se hizo dependiente al tuyo, reacciona con tus besos, con tus palabras…
¿Eres dependiente también de mí?
Casi puedo afirmarlo, me buscas cuando no me encuentras, las veces que hemos estado separados pareces desesperado… Tu pene extrañará mi boca, tu boca extrañara mis besos… Por qué mi cuerpo si te extraña cuando estás lejos…
Se nota cuando nos volvemos a encontrar, después de no vernos el sexo es salvaje, pocas veces llegamos al motel, nos tomamos dónde sea que nuestros cuerpos lo pidan.